Los estudios en neurodesarrollo infantil han mostrado la importancia de conocer el proceso madurativo del cerebro para comprender los momentos, hitos y períodos por los que atraviesan los niños en sus diversos aprendizajes, lo cual ha sido utilizado para consolidar herramientas de disciplina positiva y crianza respetuosa en donde las familias y las instituciones educativas encuentran elementos para estructurar las experiencias de re-orientación conductual y emocional basados en el conocimiento científico. De modo que las formas de educar a los niños parta del conocimiento de su capacidad en relación al desarrollo; de tiempo, proponga aprendizaje, modele, empatice transitando como acompañante cada situación.
En todo caso, el comportamiento y las emociones infantiles son difíciles de entender para aquellas familias que vienen en proceso de aprender con sus hijos e hijas, por lo tanto en este encuentro se hace una invitación a entender el proceso de educación de las emociones y las conductas desde la metáfora de una cometa. Entendiendo que si una metáfora es una figura retórica que alude a las características de una cosa para explicar otra. ¿Que tiene que ver una cometa con la crianza y educación de los niños?
En relación con lo anterior, se invita a las familias a pensar en una cometa y en el proceso de vuelo que está a punto de hacer en un día soleado de vientos fuertes. Identificar las partes de una cometa y si esta se puede construir con los materiales que tienen disponibles. Si las cometas son artefactos livianos que se mantienen en el aire gracias a la fuerza del viento y la resistencia de la vela, que aunque liviana no puede ser atravesada por la fuerza del viento, ¿quien hace las veces de viento en la vida de un niño? ¿Quién representa al niño? ¿Qué simbolizan las otras partes de una cometa?